lunes, 20 de enero de 2014

Vargas Llosa y el Catoblepas

(…) El Catoblepas es un animal que se come a sí mismo, se alimenta de sí mismo, comienza comiendo sus propios pies. Eso es lo que hace el escritor cuando escribe: saca a la luz una intimidad, escarba y, muchas veces, saca cosas que no se atrevería jamás a sacar en una conversación, a exponer a la luz pública, porque muchas veces son cosas que o lo avergüenzan o lo marginan. Pero creo que ésa es una materia absolutamente privilegiada para la creación literaria. Yo creo que los escritores se alimentan de sí mismos, desde luego, utilizando también la imaginación, pero que muchas veces estos fondos oscuros de la personalidad son la materia privilegiada para la creación literaria. Algunos escritores se exponen más que otros, los escritores que llamamos "malditos", por ejemplo, ¿por qué los llamamos "malditos"? Porque sacan a la luz algo que existe pero que está escondido. Por ejemplo, el Marqués de Sade es un escritor maldito: da una descripción de lo humano que es aterradora porque está hecha de crueldad, está hecha de unos excesos que son atroces. Bueno, también somos eso nosotros cuando soñamos, cuando deseamos.



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